"๐๐ง๐ญ๐๐ฌ ๐๐ ๐ช๐ฎ๐ ๐ง๐ฎ๐๐ฌ๐ญ๐ซ๐จ๐ฌ ๐ก๐๐ซ๐ฆ๐๐ง๐จ๐ฌ ๐๐ฅ๐๐ง๐๐จ๐ฌ ๐ฏ๐ข๐ง๐ข๐๐ซ๐๐ง ๐ “๐๐ข๐ฏ๐ข๐ฅ๐ข๐ณ๐๐ซ๐ง๐จ๐ฌ”, ๐ง๐จ ๐ญ๐๐ง๐ข́๐๐ฆ๐จ๐ฌ ๐๐́๐ซ๐๐๐ฅ๐๐ฌ. ๐๐จ๐ซ ๐๐ฌ๐จ ๐ง๐จ ๐ญ๐๐ง๐ข́๐๐ฆ๐จ๐ฌ ๐๐ซ๐ข๐ฆ๐ข๐ง๐๐ฅ๐๐ฌ.
El Blog de la Bruja
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viernes, 31 de diciembre de 2021
lรกstima que hayan venido a estas tierras americanas a civilizarnos
lunes, 27 de diciembre de 2021
miรฉrcoles, 22 de diciembre de 2021
miรฉrcoles, 15 de diciembre de 2021
anรณnimo
sรกbado, 11 de diciembre de 2021
domingo, 5 de diciembre de 2021
martes, 30 de noviembre de 2021
de Paula Herchcovich
Salomรณn Sellam dice que repetimos
la enfermedad que plantรณ mi clan.
“¿cรณmo se encuentra, quiรฉn la plantรณ?"
La plantรณ quien generaciones atrรกs guardรณ el secreto,
y yo, hoy, con tanta desconfianza injustificada...
el que perdiรณ aquel hijo, el que muriรณ al nacer
y yo no sรฉ por quรฉ sufro infertilidad,
y los mรฉdicos no logran encontrar la causa...
La plantรณ el que cerrรณ la boca a la injusticia,
y yo acรก, con nรณdulos en las cervicales,
y con miedo a comunicarme.
El que abandonรณ, el abandonado.
Y yo, doscientos aรฑos mรกs tarde,
tengo sobrepeso, no vaya a ser que muera,
mi cuerpo tiene que producir reservas...
La plantรณ ese tatarabuelo que tuvo que escapar de la guerra
Y yo acรก, con mi familia fragmentada, sin entender por quรฉ.
El que muriรณ corriendo,
y yo, en mi presente con tanto miedo a moverme.
La plantaron aquellos abuelos que sin amarse,
vivรญan juntos porque en ese momento no se podรญan separar,
y yo, con diabetes...
Asรญ fueron plantadas las semillas que hoy mis cรฉlulas guardan.,
Ni bien ni mal,
lo que se podรญa, en ese momento de tragedia que dicta,
y el inconsciente que sin querer entiende
que asรญ es como se debe sobrevivir.
Lo que dio por resultado vida,
por mรกs que haya sido trรกgico,
hay que repetirlo.
Lo que dio por resultado muerte
por mรกs que haya habido felicidad,
hay que evitarlo.
Y yo,
devanรกndome los sesos,
sin entenderme,
lastimรกndome,
enjuiciรกndome,
le digo a mi inconsciente que ya es hora de parar
y de trabajar en mรญ.
Porque a travรฉs mรญo,
puedo sanar a aquel tatarabuelo.
A aquella abuelita que de chiquita quedรณ parada
en un puerto viendo un
barco partir
sin entender cรณmo es que,
la separaciรณn,
dio por resultado vida
y aquรญ, sigo repitiendo,
ese mandato
Sin saber por quรฉ.. "
viernes, 19 de noviembre de 2021
martes, 16 de noviembre de 2021
miรฉrcoles, 10 de noviembre de 2021
la piel de Bertolt Brecht
"La piel de no rozarla con la piel,se va agrietando.
maravilloso
lunes, 8 de noviembre de 2021
consejos para la manejar la depresiรณn
Ducha. No un baรฑo, una ducha. Usa agua tan caliente o frรญa como quieras. Ni siquiera necesitas lavarte. Solo mรฉtete bajo el agua y deja que te pase por encima por un rato. Siรฉntate en el suelo si tienes que hacerlo.
viernes, 5 de noviembre de 2021
hasta los huesos
Cortometraje de animaciรณn dirigido por Renรฉ Castillo. Narra la historia de un hombre que llega al mundo de los muertos, en donde es recibido por un gusano, calacas y la Catrina. Tras unos momentos de diversiรณn y coqueteo, el hombre descubre que, despuรฉs de todo, estar muerto no es tan malo.
miรฉrcoles, 3 de noviembre de 2021
el poder de las palabras
Leticia
fue mi alumna en la escuela 'Justo Sierra", en plena Sierra. Tenรญa 11 aรฑos
de edad.
Once
aรฑos conociendo las carencias y la mugre de la vida. Siempre con la misma ropa,
heredada por una tradicional necesidad familiar. Once aรฑos batallando con los
bichos de dรญa y de noche. Con una nariz que como vela escurrรญa todo el tiempo. Con
el pelo largo y descolorido sirviendo de tobogรกn a los piojos. Aun asรญ, era de
las primeras en llegar a la escuela. Tal vez iba por los momentos necesarios
para soรฑar que era lo que no; aunque enfrentara el rechazo y el asco de los
demรกs. A la hora del trabajo en equipo nadie la querรญa.
No
dieron la oportunidad para demostrar quรฉ tan inteligente era: el repudio fue lo
que Leticia conociรณ.
Me desconcertaba
el hecho de ver que algunos varones con caracterรญsticas semejantes a las de
Leticia eran aceptados por el resto de las niรฑas y los niรฑos, pero no ocurrรญa
lo mismo con Leticia y las niรฑas. A mรญ sรณlo se me ocurrรญa hacer recomendaciones
que nunca fueron atendidas.
En ese
tiempo me preguntaba:
¿De quรฉ
sirve leer cuentos a esos niรฑos que no han comido?; ¿servirรญa de algo
alimentarlos con fantasรญas?
Yo creรญa
que sรญ, pero no sabรญa hasta dรณnde. Constantemente les brindaba relatos, sobre
todo en la mรกgica hora de lecturas, dos veces por semana.
Un dรญa
contรฉ "La Cenicienta" y cuando lleguรฉ a la parte en que el hada
madrina transformรณ a la jovencita andrajosa en una bella seรฑorita de vestido
vaporoso y zapatillas de cristal, Leticia aplaudiรณ frenรฉticamente el milagro
realizado.
Habรญa
una sรบplica en su rostro que provocรณ la burla de los que no tenรญan la misma
capacidad ni la misma necesidad de soรฑar.
Esta vez
hubo recomendaciones y regaรฑos.
En otra
ocasiรณn, preguntรฉ a mis alumnas y alumnos: ¿quรฉ quieren¬ ser cuando sean
grandes?
Y el
cofre de sus deseos se abriรณ ante mรญ: alguien querรญa ser astronauta, aunque al
pueblo ni el autobรบs llegaba; otros querรญan ser maestros, artistas o soldados.
Cuando
le tocรณ el turno a Leticia, se levantรณ y con voz firme dijo:
“¡Yo
quiero ser doctora!" y una
carcajada insolente se escuchรณ en el salรณn.
Apenada,
se deslizรณ en su banca invocando al hada madrina que no llegรณ.
Mi labor
en esa escuela terminรณ junto con el aรฑo escolar.
La vida
siguiรณ su curso.
Despuรฉs
de quince aรฑos, regresรฉ por esos rumbos, ya con mi nombramiento de base. Hasta
entonces encontrรฉ algunas respuestas y otras preguntas. Las buenas noticias me
abordaron en autobรบs, antes de llegar al crucero donde trasbordan los pasajeros
que van al otro poblado. Llegaron en la presencia de una seรฑorita vestida de
blanco.
-¡Usted
es el maestro Vรญctor Manuel!..., Usted fue mi maestro! –me dijo- sorprendida y
sonriente. El que podรญa encantar serpientes con las historias que contaba.
Halagado,
contestรฉ:
-รse
mero soy yo.
- ¿No me
recuerda, maestro? -preguntรณ, y continuรณ diciendo con la misma voz firme de
otro tiempo- yo soy Leticia... y soy doctora...
Mis
recuerdos se atropellaban para reconstruir la imagen de aquella chiquilla que
en otro tiempo nadie querรญa tener cerca.
Se bajรณ
en el crucero dejando, como La Cenicienta, la huella de sus zapatillas en el
estribo del autobรบs...
Y a mi
con mil preguntas.
Todavรญa
alcanzรณ a decirme: - Trabajo en Parral... bรบsqueme en la clรญnica tal... y se fue…
Un dรญa
fui a la clรญnica que me dijo y no la encontrรฉ.
No la
conocรญan ni la enfermera ni el conserje.
¡Era
demasiada belleza para ser verdad!
"Los
cuentos son bellos pero no dejan de ser cuentos", me lamentaba.
Arrepentido
de haber ido, y casi derrotado, encontrรฉ a la directora de la clรญnica y hablรฉ
con ella. Lo que me dijo, reviviรณ mi fe
en la gente y en la literatura:
-La
doctora Leticia trabajaba aquรญ -me contรณ-. Es muy humana y tiene mucho amor por
los pacientes, sobre todo con los mรกs necesitados.
-รsa es
la persona que yo busco -casi gritรฉ.
- Pero
ya no estรก con nosotros-dijo la directora.
-¿Se
muriรณ? -preguntรฉ ansioso.
-No. La
doctora Leticia solicitรณ una beca para especializarse y la ganรณ... ahora estรก
en Italia.
Leticia
sigue aprendiendo mรกs y enseรฑando sus secretos para luchar.
Yo sigo
queriendo saber hasta dรณnde llega el poder de las palabras; ¿cuรกl es el
sortilegio para encantar a las serpientes que jalan a los descobijados?; como
profesor, ¿quรฉ puedo hacer para equilibrar la balanza de la justicia social
ante casos parecidos?; ¿cuรกndo empezรณ el despegue de los sueรฑos de Leticia en
cuanto al resto de sus compaรฑeras y compaรฑeros?; ¿dรณnde radica la fortaleza de
las mujeres que superan cualquier expectativa?
Ya no
quiero ser el maestro de Leticia: Ahora quiero aprender. Quiero que me enseรฑe cรณmo evoluciona una oruga
hasta convertirse en รกngel y, sobre todo, quiero descubrir cuรกl fue la varita
mรกgica que la convirtiรณ en la Princesa del Cuento.
Del muro:
Enseรฑanza