El Blog de la Bruja

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domingo, 28 de julio de 2019

Reflexión

"La GENTE MUERE y queda todo ahí,
los planes a largo plazo,
las tareas de casa,
las deudas con el banco, 
las parcelas, 
las joyas, 
el coche nuevo que compré para tener status.
La GENTE MUERE sin siquiera guardar
la comida en el refri,
todo se pudre,
la ropa se queda colgada
o puesta en su lugar.
La GENTE MUERE,
se disuelve toda la importancia 
que pensábamos que teníamos, la vida continúa, 
las personas superan tu ausencia
y siguen sus rutinas normalmente.
La GENTE MUERE y todos los grandes problemas
que creíamos que teníamos
se transforman en un inmenso vacío.
Los problemas viven dentro de nosotros.
Las cosas tienen la energía que ponemos en ellas
y ejercen en nosotros la influencia que permitimos.
La GENTE MUERE y el mundo sigue siendo caótico,
como si nuestra presencia o ausencia
no hiciera la menor diferencia.
En realidad, no lo hace.
Somos pequeños, pero prepotentes.
Vivimos olvidando que la muerte siempre está al acecho.
La GENTE MUERE, pues así es:
un parpadeo y al otro ya estás muerto.
El perro es donado y se aferra a los nuevos dueños.
Los viudos se casan nuevamente,
andan de la mano,
van al cine,
se divierten y te olvidan.
La GENTE MUERE y somos rápidamente reemplazados
en el puesto que ocupábamos en la empresa.
Las cosas que ni siquiera usamos,
son donadas,
algunas tiradas a la basura.
Cuando menos esperamos,
la GENTE MUERE.
Por otra parte, ¿quién espera morir?
Si la gente esperase por la muerte,
tal vez procurará vivir mejor.
Tal vez usará su mejor ropa hoy,
usará su mejor perfume,
viajará hoy,
tal vez la gente comiese
el postre antes del almuerzo.
Tal vez la gente esperase menos de los demás,
si la gente esperase por la muerte,
tal vez perdonaría más,
reiría más,
apreciara la naturaleza,
tal vez valoraría más al tiempo y menos al dinero.
Si la gente tuviera conciencia de que puede
partir de este mundo en cualquier momento
tal vez entendería que no vale la pena
entristecerse con las cosas banales,
oyese más música
y bailase aún cuando no lo sepa hacer bien.
El tiempo vuela.
A partir del momento en que la gente nace,
comienza el viaje veloz con destino al fin,
y aún hay quienes viven con prisa!!!
Sin darse el regalo de percibir,
que cada día más es un día menos,
porque la gente muere todo el tiempo,
poco a poco y un poco más,
cada segundo que pasa.
Respondamos para nosotros,
la pregunta:
¿Qué estoy haciendo con el poco tiempo que me queda?”

Un campeón

Con tan solo 22 años, 
Egan Bernal, 
un colombiano oriundo de Zipaquirá 
gana el Tour de Francia versión 2019. 
¡¡¡Bravo!!!

que tristeza pero así somos de irracionales los seres humanos


sábado, 20 de julio de 2019

20 de Julio

FELIZ DÍA DE LA INDEPENDENCIA 
AUN CUANDO CADA DÍA 
LOS COLOMBIANOS SEAMOS 
MENOS INDEPENDIENTES

sábado, 6 de julio de 2019

Es hora de volver a ella

Me di cuenta que era bruja cuando empecé a saber sin preguntar.
Cuando los gestos y miradas
me dijeron más que mil palabras.
Cuando los pájaros comenzaron a hablarme al alba
y a prometerme otro día de vida.
Me di cuenta que era bruja
cuando tranquilicé a aquella moribunda
en el hospital
y se durmió después de un desesperado llanto,
tranquila y en paz.
Me di cuenta que era bruja
cuando logré transmutar mi odio en compasión
cuando vi al otro como a mí mismo
Cuando me di cuenta que 

lo que me pasa adentro
es lo que pasa afuera
y que si lo transformo
transformo también el cosmos.
Me di cuenta que era bruja
cuando percibí que las medicinas 

calman el dolor
pero que también lo hacen 

las miradas y los tonos de voz.
Que la gente a veces no sabe pedir
e intercambia rabias y gritos
por caricias.
Me di cuenta que era bruja
cuando dejé de pensar
y comencé a ver.
Cuando dejé de pensar
y empecé a dar
sin esperar nada a cambio.
Me di cuenta que era bruja
cuando la intención se transformó en acción
y ya no me importó el qué dirán
o si me sale bien
o si me sale mal.
Me di cuenta que era bruja
cuando empecé a entretejer mis sueños
en forma de atrapasueños
y les di color y forma
y después,
en vivo y en directo,
se hicieron carne en mi despertar.
Me di cuenta que era bruja
cuando vi
que no sólo es larga mi nariz
sino que también me sirve
para oler temores y amores
para conocer almas e intenciones...
Y si es mucho lo que aquí argumento,
Sólo me quedo con el comienzo.
que después de todo,
no es puro cuento.
Me di cuenta
que soy bruja...


Paula Herchcovich