cuando dos cuerpos se tocan el alma

 

Así es cuando dos cuerpos tocan el alma, el mundo se detiene, todo se calma.

Se desdibujan las horas, se calla el reloj, la pasión se enciende, se apaga la razón.

Nadie puede separar lo que es eterno, ni el frío del invierno, ni el fuego del infierno.

Porque cuando el alma es quien se entrelaza, el cuerpo es sólo el eco de esa danza.

Es más que piel, es más que deseo, es un susurro divino, un profundo anhelo.

Dos vidas que se funden en un solo latir, dos destinos que el universo quiso unir.

No hay cadenas, ni límites, ni tiempo, sólo el dulce abandono en el momento.

Así es, amor, cuando el alma se toca, se rompen los muros, se enciende la boca.

Y aunque el mundo intente deshilvanar, no hay fuerza capaz de separar lo que nace en lo hondo, lo que es verdad, dos cuerpos que tocan el alma es una eternidad.