Luego de pensarlo por cierto tiempo he llegado a la conclusión, y honestamente si están o no de acuerdo conmigo no tiene importancia, que una mente con una memoria privilegiada no es aquella que recuerda cuanto costaba un dulce o un pan hace 20 años, ni cuales eran los programas de televisión hace 30, ni quien fue tal o pascual presidente en el año 1985, ni que comió la semana pasada o que soñó hace 2 días y muchos menos la formula química o matemática que aprendió en la escuela o en la universidad hace 40 o 35 años.
Hoy cuando la tecnología nos permite tener a mano las formulas matemáticas y la tabla periódica, nos da un corrector ortográfico, nos recuerda cuando estuvo vigente tal y cual personaje, situación o programa, cuando pasó tal cosa y nos da la información útil o inútil que necesitemos o no, no vale la pena tener en la mente tanta información y mucho menos la no relevante, lo importante es saber donde buscar la necesaria, en el momento adecuado, cómo analizarla y compararla (dicen) y que hacer con ella.
Considero, y hablo por mí porque seguramente algunos pensarán que estoy totalmente equivocada, que una mente con una memoria privilegiada es aquella que logra olvidar cosas, circunstancias, datos, fechas y hasta incluso personas que carecen de importancia para su presente lo que le permitirá vivir sin malos recuerdos ni rencores.
Por lo tanto y habiendo dicho eso, puedo decirles que tengo una mente con memoria parcialmente privilegiada pero con eso me sobra y basta por ahora
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