Hoy ha sido difícil sentarme a escribir y decirle adiós al 2020, porque, contrario a muchas personas, este año que termina no ha sido para mi uno que lamentar, sin embargo tengo un revuelto de sentimientos que desde el amanecer de este 31 de diciembre me ha tenido con la lágrima al borde del ojo teniendo que hacerme la loca todo el día para no dejarla caer.
Quiero agradecerle a Dios y al Universo por haberme dado un año de aprendizaje, yo anhelaba uno sabático empacando y desempacando en esos lugares donde he querido ir, sin embargo la vida es sabia y nos da lo que necesitamos, lo que, muchas veces, no es lo que deseamos.
Agradezco la salud, mía y de mi familia, que es hoy en día un privilegio y con la cual hemos logrado trabajar sin pasar angustias.
Agradezco el cariño que he recibido, es el alimento de mi alma y he tratado de retribuirlo a manos llenas.
A ustedes, que desde muchos rincones del planeta me han acompañado entrando al blog, mil gracias, no los conozco y sin embargo cada vez que coloco algo los pienso esperando que les agrade.
A esa persona que ha sido por muchos años especial en mi vida, gracias y mil bendiciones, que donde lo lleve o lo tenga la vida, sea feliz
Deseo de corazón para todos y cada uno de ustedes, para mi familia, amigos y para mi misma que en el año que ya casi comienza, se hagan realidad nuestros sueños y que el Creador del Universo nos de la fuerza, la sabiduría, la serenidad y el coraje para que si nos encontramos piedras en el camino sepamos sortearlas y si caemos nos levantemos siempre con la cara en alto y con la confianza de saber que siempre "mañana será un nuevo día y será uno mucho mejor que el anterior"
Un gran abrazo
Ana María
No hay comentarios:
Publicar un comentario