el baúl

Me regalaron un baùl y me propusieron que ponga ahì lo que ya no sirve...
Metì mis creencias, las que me hicieron equivocar el camino
Metì mi importancia personal, la que no me dejaba mostrarme como querìa
Metì mis tristezas añejas, las que me hacìan llorar...
Metì mi timidez, la que me impedìa cantar a viva voz...
Puse tambièn mis enojos, esos que me hacìan arruinar momentos porque sì...
Metì mis equivocaciones de vida, las que elegì por no saber...
Tambièn las palabras hirientes que en algùn momento utilicè 
Las soledades, que me ayudaron a conocerme a mi misma...
Me quedo con el conocimiento aprendido, màs no con las soledades...
Y metì mis abandonos, los que me hicieron darme cuenta que nadie me dejò, 
sino que no sabìan lo que hacìan por ser tàn ignorantes como yo...
Me quedo con la paz de despojarme...
Guardo para mì, la enseñanza de cada uno de ellos, 
y cerrando lentamente el cofre, 
agradezco por haberme sido ùtiles, 
pero dejo en claro, 
que ya no los necesito...
y que me perdono, por no saber.
Y despuès de caminar largos senderos, 
los entierro bien profundo 
para que el polvo  vuelva al polvo, 
y bajo hacia lo màs profundo de mi ser, 
donde todo lo que aprendì guardè
y donde aùn yace, 
lo que habrè de aprender... 

Paula Herchcovich