Los 4 Principios de la Vida

La práctica consciente de los cuatro principios generan resultados que han ayudado a miles de personas en todo tipo de trayectorias. Los primeros 2 principios nos otorgan claridad mental, los otros dos poder personal. Con claridad mental y poder personal alcanzarás cualquier visión deseada. Desde felicidad y abundancia hasta paz mental y relaciones satisfactorias.

1 AMOR DIVINO: El primer principio es Amor Divino, que sencillamente es servir. Servir a los demás es en realidad lo único que hacemos en el Universo. Sin importar nuestro titulo, profesión u oficio. Desde lavar platos, educar a un hijo o dirigir una nación, todo sigue siendo servicio. Cuando al fin aceptemos que estamos aquí para servir, podremos encontrar nuestra actividad específica de servir a la humanidad desde nuestros corazones. La constante práctica del principio de servicio produce de una manera espontánea la Armonía para ti y para todos aquellos que te rodean.

2 HONESTIDAD: El segundo principio es la honestidad. La Honestidad sencillamente es auto-observación. Es poseer la capacidad de ser lo suficientemente valiente y calmado ante los aspectos personales que aún no has pulido. Aquello que llamas temor, frustración, confusión, depresión o enfermedad son ilusiones, son facetas del diamante interno de tu corazón, el cual, debes pulir para mostrar su brillo. Estar vivo es en realidad la auto observación honesta y continua de las reacciones ante tus experiencias. Las experiencias no son más que oportunidades para acentuar la belleza de tu diamante interno. Este diamante son tus virtudes y ellas llegan a su máximo brillo cuando te observas con carácter y neutralidad. Así, al practicar el principio de honestidad, el resultado natural es la Paz Interna. Las relaciones interpersonales adquieren mayor satisfacción y sinceridad, además de una renovada profundidad. Observarás también la sinceridad en las palabras de otros, alcanzando así más resultados, que te llevan a ti y a la otra parte, a ganar conjuntamente.

3 AGRADECIMIENTO: El tercer principio es decir eternamente, estoy agradecido! Dar gracias produce una sonrisa en ti y en otros. Al expresar la palabra “gracias”, manifiestas una de las más grandes virtudes que se propagan de persona a persona. Esta virtud es reconocer que lo celestial vive dentro de cada uno de nosotros y que dicha virtud puede ser activada al decir ¡Muchas gracias! Al practicar el tercer principio se genera una profunda experiencia de Gozo que podemos inducir a otros a experimentar.

4 BENDECIR: El cuarto principio es bendecir. Bien decir es extraer la sabiduría de cualquier experiencia, sin considerarla buena o mala. No existen las coincidencias, así pues, existen lecciones que deben ser aprendidas, ya que nos agregan mayor sabiduría para crecer en prosperidad, para crear lo deseado y para convertirnos en todo lo que realmente somos. Bendice todas tus experiencias, así, al practicar este principio se crea en tu persona y en la humanidad, un sentido Unificado del Ser. El Cielo y la Tierra se convierten en una sola fuerza de acción.