Con frecuencia nos encontramos
ante los mismos problemas y enfrentamos situaciones que ya habíamos enfrentado
con anterioridad.
Entonces nos sentimos deprimidos.
Comenzamos a creer que somos incapaces de progresar en la vida ya que las
mismas cosas que vivimos en el pasado nos están volviendo a acontecer.
“Ya pasé por esto”, le reclamamos
al corazón.
“Es verdad, ya pasaste”, responde
el corazón. “Pero nunca lo superaste”.
Entonces, pasamos a tener
conciencia de que las experiencias repetidas tienen una finalidad: enseñarnos
lo que todavía no aprendimos. Y pasamos a buscar una solución diferente para
cada lucha que se repite hasta que logramos la victoria.
Muchas veces nos encontramos
perplejos ante una situación y no encontramos respuestas de porqué "me
sucede esto a mi". Si cambiamos el enfoque y nos preguntamos:
"¿Qué tengo que aprender yo de esta situación?" Siempre, siempre vamos
a encontrar qué es lo que tenemos que aprender. Y cuando hayamos pasado
la lección, no volverá a repetirse
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