Hace algunos días leyendo algo que alguien
escribió me surgió la duda si en algún momento he podido llegar a ser una
especie de “tamagotchi” en este mundo que conocemos como “virtual”.
La globalización de la tecnología nos ha
permitido relacionarnos con personas a cientos de miles de kms. de nuestro
lugar de residencia generando lazos de amistad e incluso de amor.
Detrás de una pantalla de un ordenador hay un
ser humano con sentimientos y el que se den contactos a través de un computador
no significa que haya que tomar las cosas a la ligera.
Efectivamente lo ideal es generar relaciones de
contacto físico pero son muchas las circunstancias que impiden que se logren,
circunstancias tan numerosas como la cantidad de seres humanos y cada quien tiene sus motivos y razones para
entablar una relación en este mundo cibernético pero no quiere decir que no
haya que respetar al ser humano tras la pantalla, valorar sus sentimientos y
ser cuidadosos de no causar dolor ni propio ni ajeno.
Al apagar tu computador no olvides que,
virtual, real o como quieras llamarlo, hay gente que te valora a través de la
distancia, gente que te quiere bien aunque nunca te haya tocado.
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