esculcando mi caja de Pandora

Este mes se abrió del todo mi caja de Pandora. 

Me había prometido, hace muchos años, no volver a llorar y sin embargo hay que limpiar el alma, lo malo es que esa limpieza a veces se da en los lugares más absurdos como en un supermercado, en una sala de espera de un consultorio, tomandote un te en algún lugar o en una gasolinera. Que locura, para las lágrimas, que salen a borbotones, no hay hora ni lugar.

Muchas cosas duelen, sin embargo hay que dejar salir los recuerdos y llorarlos porque, aunque no podemos cambiar el pasado, si podemos traerlo como reflexion de situaciones en las que, viendolas desde la perspectiva del hoy, nos equivocamos y ver como hacer para que nos sirvan realmente como experiencia para nunca volver a repetirlas ya que como el ser humano se da una y otra vez con la misma piedra y no aprende, hay que buscar de una vez por todas aprender a no repetir las equivocaciones

En ese inmenso cofre que llamamos cerebro guardamos el pasado y al guardarlo, las vivencias que nos han sido gratas, nos han alegrado el corazón y de las que nos sentimos orgullosos, están a nuestra disposición a través del roce de la piel, de un sonido, un olor, un sabor o una imagen, pero aquellas cosas que hemos sufrido, que nos han dolido profundamente, que nos han afectado y herido, las hemos guardado en lo profundo de nuestro cerebro, en ese lugar que llamamos inconsciente y lo hemos hecho así porque nos sería imposible tener una vida sana si tuvieramos a flor de piel todo ese dolor que nos hemos infringido o que hemos causado  a los demás.

Abrir la caja de Pandora es ir a buscar eso escondido y ponerlo ante nosotros con el único fin de sanarlo y de sanarnos

Cuando eres fuerte y te has enfrentado a la vida dando la cara, no es facil reconocer que han sido demasiadas cosas las que debiste hacer de otra manera e, incluso hoy cuando el tiempo por delante es cada vez más corto, hay muchas situaciones que debes vivir de otra forma y que aunque creas que te las sabes todas o como dicen, sino te las sabes te las inventas, para cambiar hay que aprender y para eso hay que desaprender.

El pasado te pasa facturas y son las personas que más quieres, o crees querer, las que te las cobran bien caras y hasta con intereses moratorios

Esculcar la caja de Pandora no es tarea fácil y lastimosamente no se hace en un día, por eso hay que encontrar el coraje necesario para hacerlo porque lloraras por un buen tiempo y sentiras que todo tu ser se tuerce de dolor y ese dolor es el que más duele porque no es fisico sino del alma, dolor de lo que nunca quisiste ver cara a cara, de lo que tu mismo creaste y de lo que te ocultaste

Es necesario hacer este proceso porque debes saber que no puedes irte de esta vida sin revolcar todo lo que llevas dentro puesto que, para los que creemos que aquí no acaba todo, es mejor irse con una carga menos pesada en el alma. 

Si eres creyente de lo que sea y/o piensas que aquí termina y no hay nada más, es necesario e indispensable para tu paz interior actual, perdonarte y perdonar y es algo que  debes hacer cuando aún hay tiempo y puedes ofrecer un "lo siento" o una pequeña explicación a los demás aunque no borres el pasado pero si puedes mejorar el presente y hasta de pronto el futuro y así quitarte tus karmas y no dejarles unos a los demás

En eso estoy y aunque no pretendo ser, ni pronto ni en el futuro, "santa anama"  (tengo más de diabla que de santa) mi caja de Pandora se abrió hace muchos años y quise hacerme la loca y la volvi a cerrar (soy experta en sabortearme), este mes se abrió  y se desajustó de tal forma que no puedo cerrarla de nuevo así que a lo hecho pecho y a jugarme el todo por el todo a ver como salgo de todos los fantasmas de mi ayer