Antes de cortar la rama de un árbol o quitar una flor pedile permiso a su espíritu, del árbol o de la plantita, así puede retirar su energía de ese lugar y no sentir tan fuerte el corte.
Si quieres medicina solo cortale hojitas, no te lleves toda la planta déjala que siga sanando a otros.
Cuando vayas a la naturaleza y quieras tomar una piedra que estaba en el río, preguntale a la madre del río, Yakumana, si te permite llevar una de sus piedras sagradas y escucha tu corazón.
Si vas a subir una montaña o peregrinar por la selva pide permiso a los espíritus y guardianes de las montañas, Apus.
Es muy importante que te comuniques aún si no sientes, no escuchas o no ves. Ingresá con respeto a cada lugar, ya que toda la Naturaleza te escucha, te ve y te siente.
Cada movimiento que realizás en el microcosmos, genera un gran impacto en el macrocosmos.
Cuando te acerques a la vegetación agradece por la medicina que tiene para ti.
Honra la vida en sus múltiples formas y sé consciente que cada Ser está cumpliendo su propósito, nada fue creado para llenar espacios.
Todo y todos estamos aquí recordando nuestra misión, recordando quiénes somos y despertando del sueño sagrado para regresar al Hogar.
Cuando hablamos con la naturaleza desde nuestro corazón con el tiempo la escucharás y la sentirás más.
Recuerda que todo tiene espíritu.
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