Me besaba mucho,
como si temiera
irse muy temprano...
Yo no comprendía tan febril premura. Mi intención grosera nunca vio muy lejos
¡Ella presentía!
Ella presentía que era corto el plazo,
que la vela herida por el latigazo
del viento, aguardaba ya..., y en su ansiedad
quería dejarme su alma en cada abrazo,
poner en sus besos una eternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario