El Blog de la Bruja
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sábado, 29 de abril de 2023
comer, amar y rezar
Deja que la gente se enoje.
Deja que te critiquen, su reacción no es tu problema.
Deja que todo se derrumbe,
Nadie se ha perdido nunca por el camino, nadie se quedó sin refugio.
Lo que está destinado a irse se irá de todos modos. Lo que tenga que quedarse, seguirá siendo.
Demasiado esfuerzo, nunca es buena señal, demasiado esfuerzo es signo de conflicto con el universo.
Relaciones
Trabajos
Casa
Amigos y grandes amores...
Entrega todo al creador, riega cuando puedas, ora y baila pero luego, deja que florezca lo que debe y que las hojas secas se arranquen solas.
Lo que se va, siempre deja espacio para algo nuevo: son las leyes universales.
Y nunca pienses que ya no hay nada bueno para ti, solo que tienes que dejar de contener lo que hay que dejar ir. Solo cuando tu viaje termine, entonces terminarán las posibilidades, pero hasta ese momento, deja que todo se derrumbe, deja ir, déjalo ser."
la deuda de la prostituta - tomado de internet
jueves, 27 de abril de 2023
domingo, 9 de abril de 2023
sábado, 8 de abril de 2023
leido por ahi en cualquier lado
Vive como quieras, como más te guste, bebe el café con o sin azúcar es tu gusto, sé vegano, carnívoro, ateo, creyente...si en tu forma de vivir no lastimas, si sumas y no restas en tu entorno, entonces que nada te preocupe.
Al final todos terminamos siendo igualitos...flacos, blancos, o color hueso y dentro de un estuche., a no ser que nos hagan polvito
ponme la cadenita - Ramón Sanchéz Mata
la mendiga y la flor
Un día, un buen hombre que pasó por la puerta del gran bazar, donde solían reunirse muchos mendigos, vio entre ellos, sentada en el suelo, a una anciana, que parecía la más pobre de todos ellos. «Por favor, llevo tres días sin comer», dijo mientras tendía sus huesudas manos hacia el hombre. Este rebuscó en sus bolsillos, le dio dos monedas y, después, esperó, oculto en un zaguán para ver en qué invertía su limosna la mujer.
Cuando la mendiga se levantó, empezó a caminar lentamente entre la multitud que abarrotaba el mercado. Por unos momentos, el hombre la perdió de vista y, cuando volvió a verla, notó que se movía como si estuviera más alegre, apretando con cuidado un bulto bajo la túnica. Tomó un callejón que le llevó hasta una plaza, se sentó a la sombra del único árbol que había y sacó un poco de pan y una preciosa rosa roja. Sonrió y empezó a comerse el mendrugo sin dejar de mirar la rosa con los ojos brillantes. Después, una expresión de paz se reflejó en su rostro.
Fue entonces cuando el hombre se acercó y le preguntó: «¿Por qué alguien tan pobre como tú ha derrochado una moneda en esta flor?». La anciana le miró desde sus 100 años de sabiduría y le dijo: «Tenía dos monedas. Con una compré con qué vivir; la otra la gasté para tener por qué vivir».
miércoles, 5 de abril de 2023
a veces tengo urgencias - Ricardo Quintana
tomado de internet - La Tranquilidad No Se Negocia!