¿por qué sigues siendo igual,
si te partieron con pena y dolor,
sí le quitaron color a tu vida,
de una herida con filos de mal,
dejando tu alma blanca partida?
Respondió el amor:
no necesito una caricia para ser yo,
ni una herida para dejar de serlo.
Fui esencia, fui alegría, fui luz en una noche vacía,
alumbrando el camino que también ilumine de día;
fui gaviota y fui águila, fui nido y cueva,
y si te digo fui,
fui gaviota y fui águila, fui nido y cueva,
y si te digo fui,
es porque ahora soy el doble, de lo que antes era.
No hay comentarios:
Publicar un comentario