El amor no se busca
como un colibrí en invierno,
ni se pide, ni se ruega
como migaja de pan;
se encuentra, se topa de frente;
se disfruta, se comparte,
se multiplica,
se expande;
en él se vive y se muere;
o si quiere volar,
se le prestan hasta las propias alas...
pero jamás se le ata.
[siempre nacen
nuevas alas]
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