Una mujer sabia que viajaba por las montañas,
encontró una piedra preciosa en un arroyo.
Al día siguiente se encontró con un viajero
Al día siguiente se encontró con un viajero
que estaba hambriento,
la mujer sabia abrió su bolsa
para compartir su comida.
El hambriento viajero vio la piedra preciosa y
para compartir su comida.
El hambriento viajero vio la piedra preciosa y
le preguntó a la mujer si se la daba.
La mujer lo hizo sin dudar.
El viajero partió, alegrándose de su buena fortuna.
El viajero partió, alegrándose de su buena fortuna.
Él sabía que la piedra valía lo suficiente
para darle seguridad por toda la vida.
Pero unos días más tarde
Pero unos días más tarde
volvió a devolverle la piedra a la mujer sabia.
"He estado pensando lo que vale la piedra" dijo
"He estado pensando lo que vale la piedra" dijo
"pero te la devuelvo con la esperanza
de que me puedas dar algo aún más precioso.
Dame lo que tienes dentro de ti
que te permitió darme la piedra."
(desconozco fuente)
No hay comentarios:
Publicar un comentario