Mira en tu jardín las rosas entreabiertas
Y nunca los petalos caídos;
Observa en tu camino la distancia vencida
Y nunca lo que te falta todavía;
Guarda en tu mirada los brillos de alegría
Y nunca los nubarrones de tristezas;
Retiene risas y canciones
Y nunca tus gemidos;
Conserva en tus oídos las palabras de Amor
Y nunca las de odio.
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