El discípulo estaba lleno de inquietantes dudas. Le expuso una de ellas al mentor, preguntándole: —¿Querido maestro, ¿cómo podré saber cuándo estoy realmente en la senda hacia la suprema libertad interior?
El maestro sonrió afectuoso y respondió: —No te atormentes. Cuando realmente estés en la senda hacia la suprema libertad interior, ya no te formularás ese tipo de preguntas. ¿Acaso el ave se pregunta si realmente está volando?
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