Un
Brahman celoso de un Buda empezó a dirigirle
improperios e insultos
improperios e insultos
Sin
inmutarse, el Buda esperó a que terminara
y sólo entonces le preguntó:
y sólo entonces le preguntó:
"¿Ofrece
a sus visitantes comida en su casa?".
El
Brahman contestó afirmativamente.
Y el Buda continuó:
"¿Y
qué hace si sus visitantes no la quieren?".
El
Brahman contestó que no importaba,
pues se la comía él mismo.
pues se la comía él mismo.
Entonces
el Buda le dijo:
"Eso
mismo puede hacer con sus críticas.
Ha sido
muy amable al invitarme a conocerlas,
pero yo
no las quiero.
Cómaselas
usted solo".
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