Lo
que más deseamos en la vida es la felicidad, pero en ocasiones saboteamos nuestros
esfuerzos para alcanzarla. La felicidad no es un destino a donde se llega, sino es la manera de caminar por la vida.
Sin embargo, de manera extraña, en
el trayecto podemos tropezar con dos problemas graves: algunos seres humanos tienen miedo de ser felices y
muy pocos saben exactamente qué desean.
1- Desmantela tu armadura
Con frecuencia tememos ser
felices y saboteamos nuestras
ilusiones porque pensamos que no merecemos la felicidad y nos da miedo tratar de alcanzarla. La forma más sencilla y frecuente de protegernos y mantenernos a salvo es construir una
armadura de acero en la que encerramos nuestros
sueños y deseos para que nadie pueda alcanzarlos ni destruirlos. Y, por supuesto, el resultado
es que jamás damos un solo paso para hacerlos
realidad. Acepta que al reprimir tus sueños no los proteges, sino que impides que se realicen.
Haz esfuerzos verdaderos para convertirlos en
realidad. Esta decisión te puede llevar a correr algunas desilusiones y desengaños; pero también te
llevará a éxitos que de otra manera no lograrías
jamás.
2-Conéctate con los deseos de tu corazón
Haz una ”cita”
contigo mismo para explorar cuáles son los
sueños y los deseos que duermen en el fondo de tu corazón. Considérela y trátala como la cita más
importante de tu vida. Si lo consideras necesario, asiste a ella con libreta y pluma en mano. Anota cuanta idea se
te ocurra sobre lo que deseas, aunque
te parezca absurda. Cuando no tenemos idea de cuáles son nuestras metas en la vida ni sabemos cómo alcanzarlas,
es una buena idea ayudar al cerebro a
realizar esta exploración. Lo importante es que logres conectarte con lo que tu corazón anhela realmente
y que llegues a vislumbrar los diferentes
caminos por medio de los cuales podrías alcanzarlo. De este modo, te será más fácil empezar a dar los
pasos necesarios para convertir ese
sueño en realidad. Los esfuerzos que hagas llenarán de interés tu vida y te harán probar las primeras mieles de
la felicidad.
3-Reconoce tu propio poder
Todos somos mental y
físicamente capaces de hacer lo que
nos proponemos; los límites los ponen nuestro miedo y nuestra imaginación. Y todos merecemos el
éxito, como merecemos el amor y la felicidad.
Desafortunadamente, para muchos es más fácil decir ´no puedo´; y todos solemos creer en nuestras propias palabras. Así que para conquistar la felicidad, empieza a practicar una actitud positiva, a
fomentar la confianza en ti mismo y a decir
´sí puedo´, a todos los retos que te vaya planteando la vida. Muy pronto descubrirás que puede hacer cosas de
las que antes te sentías incapaz.
4-No tomes precauciones como
pretextos
Algunos temores son buenos. Ser precavido y cauteloso es una virtud cuando se conduce un automóvil, se tienen hijos pequeños y se desea evitar cualquier tipo de
accidente. Pero cuando el miedo te impide
lanzarte en busca de tus sueños, ha llegado el momento de deshacerse de él. En las decisiones
importantes de la vida los temores y
pretextos deben dejarse a un lado y debe imponerse el valor para correr ciertos riesgos, porque se
necesita determinación para perseguir y alcanzar
los grandes sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario