Cuando llegaba un nuevo discípulo al monasterio,
este era el “cuestionario” al que solía someterle el Maestro:
¿Sabes quién es la única persona que no habrá de
abandonarte jamás en tu vida?
¿Quien? ... Tu
¿Sabes quién tiene la respuesta a cualquier
pregunta que puedas hacerte?
¿Quien? ... Tu
¿ Y puedes adivinar quién tiene la solución a todos
y cada uno de tus problemas?
Me rindo...no se
TU
bravoooooooooo buenisimooo muy buena refleccionn!!!!!
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