tal vez

 

"Tus desaires no le hacen a mi autoestima" - Paula Herchcovich

"Tus desaires no le hacen a mi autoestima",
le dije,

casi sin pensar.
Y ahí me dí cuenta de lo que significaban mis palabras.

No sé cómo expresar lo que sentí.

Esa costumbre de seguir el caminito automático 

de mis neuronas perezosas.

"Mi valía depende de si me quiere o no"

"Si no me mira es porque no soy linda"

y bla

y bla

Y en ese instante en el que mi boca pronunció esa sentencia,

tomé consciencia y me vi.

Clarito.

Ya no era así.

Sólo era costumbre.

Sólo era la comodidad de poner mi valía en el afuera.

En las miradas del entorno.

En las aprobaciones o desaprobaciones...

Y de pronto...

se hizo la luz.

"Podés pensar lo que quieras.

Los pensamientos, los juicios, 

los valores que vos ponés en mi,

son tuyos.

No me pertenecen.

Te los regalo.

No me hacen ni cosquillas.

No me provocan ni una lágrima,

nada nada.

Te devuelvo tus palabras hirientes,

y también las otras,

porque no hablan de mi,

sino de vos."

Y entonces respiré.

Aliviada al escucharme.

Sonriente al descubrirme.

Feliz al reencontrarme.

"Tus desaires no le hacen a mi autoestima",

le repetí a él,

y también a mi.

Entonces me di vuelta...

Sonreí. Y me fui.