El Blog de la Bruja

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martes, 31 de mayo de 2022

Uff ¿qué más vendrá?


 

ojalá lo entendieran los racistas


 

solo usted sabe que tipo de mente tiene


 

de Minino escritor

Mi abuela me decía:
"En la vida ni se gana ni se pierde,
ni se fracasa
ni se triunfa.
En la vida se aprende,
se crece,
se descubre,
se escribe,
se borra.
Y se reescribe otra vez,
se hila,
se deshila y
se vuelve a hilar.
El día que comprendí
que lo único que me voy a llevar es lo que vivo,
empecé a vivir lo que me quiero llevar".


 

miércoles, 18 de mayo de 2022

y hay que cuidarla


 

no nacimos aprendidos ni con la verdad revelada


 

. . .

 


dale sabor a tus comidas


 

en momentos


 Pensando en esta frase recordé un cuento que quiero compartirles:

Un caminante llegó por primera vez a un pueblo y como era de madrugada y todo estaba cerrado se fue a conocer el cementerio. Al llegar allí encontró que las lápidas decían:

- xxxx - vivió 10 años 6 meses

- xxx - vivió 5 años, 11 meses

-xxxxx xxxx - vivió 3 años y 8 meses

Y así fue pasando de tumba en tumba y no vio ninguna donde mostrara que la persona fallecida hubiera vivido siquiera 20 años. Con tristeza se acercó al viejo sepulturero que esta llegando y le preguntó cómo podía ser eso que todos en ese pueblo  murieran tan jóvenes.

El sepulturero sonriendo le contestó : - No, aquí las personas como en todos pueblos mueren jóvenes o viejas, lo que pasa es que cuando los niños cumplen 8 años y ya saben escribir se les regala un cuaderno donde deben anotar cuando y porque razón fueron felices y cuanto duró esa alegría, así cuando mueren en la lápida se escribe la suma de los momentos vividos con alegría y no los años que pasaron en esta tierra.

se


 

totalmente de acuerdo


 

muevete


 

lunes, 16 de mayo de 2022

domingo, 15 de mayo de 2022

¿quedó claro? ojalá lo apliques

 LA INTELIGENCIA NO SE MIDE

POR EL NÚMERO DE PALABRAS QUE DICES

SINO POR EL NÚMERO DE PALABRAS QUE NO DICES

PARA NO LASTIMAR A LOS DEMÁS

viernes, 13 de mayo de 2022

miércoles, 4 de mayo de 2022

todo lo que escuches de mí ... créelo


 

cuando la vida te sacude


Vas caminando con tu taza de café y de repente alguien pasa, te empuja y hace que se te derrame el café por todas partes.
-¿Por qué se te derramó el café? o  ¿por qué se te cayó la almohada?
-Porque alguien me empujó.
Respuesta equivocada:
Derramaste el café porque tenías café en la taza. Si hubiera sido té, hubieras derramado el té. Se cayó la almohada porque la tenias bajo el brazo, si hubieras tenido un libro también se te habría caído
Lo que tengas en la taza, es lo que se va a derramar. Lo que tengas bajo el brazo es lo que se va a caer.
Por lo tanto, cuando la vida te sacude (qué seguro pasará muchas y repetidas ocasiones a lo largo de tu existencia aquí) lo que sea que tengas dentro de ti, vas a derramar.
Puedes ir por la vida fingiendo que tu taza está llena de virtudes, pero cuando la vida te empuje vas a derramar lo que en realidad tengas en tu interior.
Eventualmente sale la verdad a la luz.
Así que habrá que preguntarse a uno mismo. ¿Qué hay en mi taza?
Cuando la vida se ponga difícil, ¿qué voy a derramar? ¿Alegría, agradecimiento, paz, humildad, amor, respeto? ¿O coraje, amargura, palabras groseras , indiferencia o reacciones duras? ¡Tú eliges!
Ahora, trabaja en llenar tu taza con gratitud, perdón, alegría, palabras positivas y amables, generosidad y amor para los demás.
De lo que esté llena tu taza, tú eres el responsable.
Y ten en cuenta que la vida sacude, sacude más veces de las que puedes imaginar.


domingo, 1 de mayo de 2022

¿si?


 

la loca de la escoba - texto de Chemo Morales Garcia.

- ¿Y tú la conociste, abuelo?
- Sí, yo también la conocí cuando era chiquillo. Pero a diferencia de mis amigos, yo la saludaba, y cuando ellos la insultaban, yo me quedaba callado, porque a mí me parecía una buena persona…
- ¿Tus amigos la insultaban? ¿Qué le decían?
- Le gritaban “gringa loca” cuando la veían pasar, porque así se refería la gente a ella: “ahí pasa la loca de la escoba”. En realidad, no la tratamos nada bien, porque para todos era solo una loca que barría el desierto, ya que la veíamos desde temprano con su escoba y su wincha barriendo y midiendo las arenas, haciendo dibujos incomprensibles y cálculos matemáticos que nadie entendía.
- ¿No vivía en el pueblo?
- No, vivía alejada, entre las dunas. A nadie le interesaba lo que hacía, y pese a que nunca nos dijo nada, algunos chicos le teníamos miedo. Cuando la insultábamos, solo nos miraba en silencio como comprendiendo que solo éramos unos mocosos malcriados...
- ¿Y qué más pasó?
- Que a los pocos años, gracias a la "gringa loca", el mundo empezó a conocer las líneas de Nazca; ni nosotros sabíamos lo que teníamos a pocos metros. Y entonces llegaron otras personas del extranjero a tomar fotos, y a hacer estudios. Y de pronto el mundo comenzó a interesarse por nuestra región, el gobierno se preocupó más por nosotros, y llegó la luz, el agua y los turistas, y se hizo un comercio alrededor gracias al que muchos de nosotros ahora vivimos mejor que antes… todo gracias a lo que empezó la “gringa loca”.
- ¿Ya murió, no?
El abuelo abrió una caja y empezó a buscar entre cartas, fotos antiguas y amarillentos recortes de periódicos.
- Sí. Cuando ya estaba mayor y enferma, tuvo que dejar el desierto para vivir en el Hotel de Turistas de Nazca, donde estuvo hasta que su salud empeoró. La llevaron a Lima, donde murió en 1998. Guardé un recorte cuando el gobierno le otorgó la nacionalidad peruana. Lee fuerte lo que ella dijo de nosotros, -dijo el abuelo entregándole a su nieto un recorte de periódico avejentado por el tiempo y señalándole un párrafo.
Carlos leyó en voz alta.
- "Yo quiero, con mi obra, ser un instrumento para eliminar las injusticias y para que los peruanos --que son gente de cualidades culturales, morales y físicas especiales-- recuperen su propia estimación. Yo les digo: yo soy chola, porque me siento a veces más unida con los cholitos, y sobre todo ahora que tengo la nacionalidad peruana".
- ¡Qué bonitas palabras!, -dijo Carlos sorprendido-, y si estuviera viva ahora, ¿le hablarías?
El abuelo no contestó. Pero las dos lágrimas que resbalaban por sus mejillas en agradecimiento a la loca que barría el desierto, eran sin duda una afirmación.
(Descripción popular de la investigadora alemana María Victoria Reiche Neumann, descubridora de las míticas Líneas de Nazca - Ica - Perú)